La Selección Argentina decidió jugar su primer amistoso fuera de casa y como Campeones del Mundo en Beijing. Los argentinos en China no iban a dejar pasar la oportunidad de vitorear al equipo más ganador del momento, capitaneados por Lionel Messi. En un gran esfuerzo de Oscar Marin y el resto de los directores en Shanghái, la Embajada en Beijing y el de cada argentino que pudo ir, decenas de compatriotas en China se hicieron presentes en el Worker’ Stadium de Beijing, donde la selección venció, nuevamente, a Australia por dos goles contra cero.
El momento vivido fue mágico no sólo porque aunque China esté tan lejos, parecía estar muy cerca del calor y la pasión argentina, sino por la cantidad de hinchas locales que sentían la albiceleste como si hubieran nacido en Sudamérica. Se vivieron momentos muy cálidos de unión, camaradería y orgullo por estar en presencia del mejor equipo del fútbol de las últimas décadas y del mejor jugador de la historia de ese deporte.